El Collar de Perlas Chino: Una línea estratégica de ruptura

Detrás de tan aparente poético término, subyace una de las ambiciones chinas del siglo XXI y uno de los avisos sobre el creciente poder geopolítico y militar chino. Muy posiblemente será considerado en breve una línea de ruptura estratégica de primer orden. Si no lo es ya. 

El esfuerzo chino en la construcción de este anillo estratégico, se ve complementado por la Iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda y la política de presencia en África, desarrollando infraestructuras civiles y con una política agresiva de préstamos (en lo que se ha conocido como la política de la trampa de deuda china). De ambas iniciativas hablaremos pronto. 

Una ruta marítima de tal calibre supone por propio imperativo el desarrollo de una flota naval adecuada a tal esfuerzo. De ahí los recientes esfuerzos chinos de dotarse de un vector de combate aeronaval potente. En mayo de 2018, quien fuera Director de Inteligencia de la VII Flota de los EEUU, el experimentado oficial de inteligencia naval James Fannell, previó en un informe presentado ante el Congreso de los Estados Unidos que para 2030 China tendrá operativos un total de 450 buques de superficie y 99 submarinos activos. En esa fecha la Armada estadounidense dispondrá de 355. Muy posiblemente todavía la capacidad tecnológica caerá del lado norteamericano, pero será difícil mantener la ventaja competitiva por mucho más tiempo. La duda por el momento, es si China desea hacerse con una Armada global como la estadounidense o una Armada que le garantice superioridad en la cuenca indo-pacífica. 

Regresando al bello collar, el esfuerzo radica en una red de estaciones navales y aeronavales, que garanticen la presencia geoestratégica china en el área de mayor crecimiento económico en este siglo, ante el declinar relativo de la cuenca atlántica. Con todo le permitiría garantizar tres objetivos:

 

  • Presencia en los grandes estrechos que definen el comercio marítimo internacional en esta parte del mundo (Suez, Ormuz, Malaca y Lombok -Indonesia-). 
  • Presentar una línea paralela a la norteamericana que va desde Japón, pasando por Guam, Australia, Malaca, Isla de Diego García y hasta Barein y Kuwait. Esta línea es de suma importancia estratégica para Estados Unidos desde la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial y es un eje estable y de creciente importancia militar y económica en este siglo. De hecho, Estados Unidos tiene dos flotas completas, la Tercera y la Séptima, para el control estratégico del área. 
  • Rodear por tierra (con el cinturón y el tramo del mismo entre Pakistan y China) y por mar con el Collar a su gran competidor asiático continental, La India. 

La inteligencia naval hindú observa con preocupación el movimiento geopolítico y también ha tratado de desarrollar presencia naval y comercial en diversos puntos del Indico y el Pacífico, en una especie de tercer cinturón entre el chino y el norteamericano, más corto y más pegado a la costa y tres puntos de presencia en naciones insulares del África Oriental (en Isla Asunción, Seychelles e Isla Mauricio).

Con estos proyectos, los chinos aducen demostrar la naturaleza pacífica de sus intenciones, puramente comerciales y de desarrollo. Como no podía ser de otra manera. Pero es difícil que junto a conflictos por determinados archipiélagos con Brunei, Filipinas, Vietnam, Malasia y Japón y su empeño en la construcción de islas artificiales que están siendo dotadas con armamento antiaéreo, no parece que sólo lo comercial esté determinando tal despliegue. Todo lo anterior sin contar la tradicional tensión con Taiwan, que no en vano es una isla. 

Dos mapas aclararán mejor lo expuesto hasta el momento, sobre lo que se volverá a hablar en este blog. 

Fuente: www.elordenmundial.com  Creative Commons BY-NC-ND

 

Fuente: CIA maps 1988. Línea de los 9 puntos.

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